El miércoles 19 de agosto a las 23 horas el suboficial de Prefectura Luis Luque, que circulaba con su automóvil por la zona de la Villa 31 de Retiro, disparó sobre dos jóvenes de la zona, causándole la muerte a Mabel Guerra de 17 años, mientras que Gianina Lobos de 21 años sufrió la pérdida de su embarazo por el shock y una lesión en el ojo izquierdo producto de un roce o un esquirla.
La versión del prefecto es que las jóvenes intentaron robarle el auto cuando frenó frente a un semáforo, mientras que los familiares de las adolescentes y algunos testigos del barrio aseguran que no se trato de un intento de robo sino de un caso de “gatillo fácil”.
El día jueves vecinos enfurecidos de la villa se enfrentaron durante horas con los efectivos de Prefectura apostados en la zona, con el resultado de 5 detenidos, 15 prefectos heridos y una cantidad desconocida de heridos entre los manifestantes.
Lo cierto es que solo los protagonistas y los posibles testigos del hecho saben de manera fehaciente lo que paso y en definitiva será la justicia la que determine que fue lo que ocurrió esa noche.
Sin embargo algunos medios han decidido tomar como verdadera una u otra posición sin explicitar en que se basan para elegir esa versión y han juzgado sin pruebas y antes de que la Justicia se expida.
Crítica titula su tapa del día con: “Gatillo fácil y violenta represión en la Villa 31 de Retiro” y en el cuerpo de la nota se toma como fuente a familiares de la jóven asesinada y a María del Carmen Verdú, titular de la Coordinadora Contra la Represión Policial, quien aseguró “Absolutamente fue un caso de gatillo fácil. La pena máxima que corresponde en estos delitos es la de cadena perpetua”.
La Capital de Rosario afirma: “Todo comenzó ayer cuando un prefecto mató de un balazo a una joven de 16 años e hirió gravemente a otra, alegando que ambas quisieron asaltarlo cuando se dirigía con su automóvil por la zona, lo que fue desmentido por allegados a la villa 31“.
El resto de los diarios que estuvimos analizando toma la versión oficial como verdadera y titula y publica a partir de esa decisión editorial.
Clarín titula en la tapa de su edición impresa “Intento de asalto, muerte y rebelión en la Villa 31”, mientras que en su edición digital fue publicada la nota “Otro intento de robo en la zona de Retiro donde un prefecto mató a una chica” y en la bajada de la misma se afirma: “Antenoche un prefecto disparó contra dos chicas que se acercaron a su auto para robarle”.
Infobae titula “Velan en la Villa 31 a la chica que el miércoles asaltó a un prefecto” y en la bajada se asegura “La chica, junto a una cómplice, quiso robarle a un efectivo que les disparó para defenderse”.
La Nación publicó en su portal la nota “Prefectura indicó que la zona aledaña a la villa 31 es muy peligrosa” y en la nota se citan las declaraciones del secretario general de Prefectura Juan Pablo Rempel quien afirmó". Si fue un caso de gatillo fácil, nosotros no lo podemos determinar, lo hará la Justicia. Pero estoy convencido de que este suboficial no quiso generar este resultado".
Crónica titula en su versión digital “Otro prefecto “justiciero” en Villa 31” y en la nota se lee “Al percibir que los jóvenes tenían intenciones de robo, extrajo su arma de fuego y efectuó dos disparos al aire. En consecuencia, los maleantes se dieron a la fuga”.
Como dijimos al principio sólo los protagonistas y los testigos saben que es lo que ocurrió y la Justicia deberá determinarlo, pero entonces por qué cuando leemos diferentes medios parece que se tratara de dos hechos totalmente distintos? No se supone que la voz de los diferentes testigos o protagonistas debería tener el mismo valor para la prensa ya se trate de un suboficial de Prefectura o un habitante de la villa 31?
Bienvenido al editor Gutenberg
Hace 5 años
1 comentario:
Presentar al "malo" (villero, pobre, negro, ponele el estigma que quieras) como si fuera una "víctima del sistema" (del Estado, de la represión policial, etc) no es NOTICIABLE, en general. A Clarín le encanta estigmatizar al chorro. Ama los policiales. Siempre tiene que haber un malo a quien culpar, si no es el delincuente en sí, es el Estado que no hace lo que debe o la Policía que "no reprime lo suficiente".
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